Goodison Park: el templo eterno del fútbol inglés

Goodison Park: el templo eterno del fútbol inglés

Se nos ha ido Goodison Park, algo más que un simple estadio. Es historia, es cimiento, es la respiración de generaciones de hinchas del Everton y del fútbol clásico. Fue una caja de zapatos de ladrillo rojo y alma de madera, con columnas molestas, gradas apretadas y ese aroma indescriptible a sandwich de huevo duro y linimento. Un estadio que no fue diseñado por algoritmos ni comités de marketing, sino por el arquitecto Archibald Leitch, una especie de Gaudí del acero corrugado y los techos dentados, quien dejó su firma en muchos templos británicos. Goodison fue, para los futboleros, su obra maestra.

Con su despedida tras casi siglo y medio de vida, en "Odio el Fútbol Moderno" le rendimos homenaje repasando sus orígenes, momentos imborrables y su inevitable mudanza.


Creación


Corría el año 1892 cuando el Everton Football Club, tras desacuerdos con los propietarios de Anfield (su anterior hogar), decidió construir su propio estadio. Fue así como nació Goodison Park, el primer estadio especialmente construido para un club de fútbol profesional en Inglaterra.

Situado en el corazón de Liverpool, en el barrio de Walton, Goodison fue una declaración de independencia y de identidad. Su construcción costó alrededor de £3.000 y fue pionero en muchos aspectos: tuvo el primer palco presidencial, el primer marcador electrónico y fue el primer estadio en albergar una monarquía (el Rey Jorge V en 1913).


Primer partido

El 24 de agosto de 1892 se jugó el primer partido en Goodison Park: un amistoso entre Everton y Bolton Wanderers. El primer encuentro oficial llegó el 3 de septiembre de ese mismo año, en un partido de liga contra el Notts County. Con victoria local por 2-1, comenzaba una historia centenaria.



Los 5 mejores momentos

1. Brasil vs Portugal (1966): Partido de la fase de grupos del Mundial donde Goodison vivió una noche que nadie olvidó. Portugal ganó 3-1 a una Brasil sin alma y sin Pelé, quien salió cojeando tras recibir múltiples entradas. El estadio fue testigo de la caída del mito y el ascenso de Eusebio.

2. Portugal vs Corea del Norte (1966): En cuartos de final, Corea del Norte ganaba 3-0 en el minuto 25. Entonces Eusebio decidió que era su Mundial: marcó cuatro goles y lideró una remontada histórica para acabar 5-3. Goodison explotó de asombro.

3. Everton 5-0 Manchester United (1984): Un repaso inolvidable al United en una temporada mágica, que acabaría con el título de liga para los "Toffees".

4. Remontada ante el Bayern de Múnich (1985): En semifinales de la Recopa de Europa, el Everton dio vuelta a un 0-1 y terminó ganando 3-1, en una de las noches europeas más legendarias del estadio.

*Aquel Everton era firme candidato a conquistar la Copa de Europa de 1986. Pero, a pesar de ser campeón de liga, no participó en esta edición por la sanción impuesta al fútbol inglés en respuesta a la Tragedia de Heysel (¡malditos hinchas del Liverpool!)

5. Despedida emocional (2025): El último partido oficial en Goodison Park, contra el Southampton, con un mosaico masivo, llantos en las gradas y dos goles DeIliman Ndiaye que aquel día hizo recordar a Gary Lineker o Wayne Rooney.



Curiosidades

-Apodado "The Grand Old Lady", ha sido testigo de más de 2.000 partidos del Everton.

-Fue el primer estadio con calefacción bajo el césped en Inglaterra.

-Durante la Segunda Guerra Mundial, parte de sus instalaciones fueron utilizadas por el ejército.

-Ha servido como sede de partidos internacionales, incluso fuera del Mundial 1966.

-El himno "Z-Cars", que suena antes de cada partido, se ha convertido en una de las tradiciones más reconocibles del club.

La mudanza del Everton

El Everton se trasladará al moderno estadio de Bramley-Moore Dock, previsto para inaugurarse en 2025. Con capacidad para 52.000 espectadores y ubicado en la ribera del río Mersey, representa un salto necesario en términos económicos y de infraestructura.

Sin embargo, para muchos hinchas, dejar Goodison Park es dejar parte de su alma. El estadio no solo albergaba partidos, sino rituales, memorias, infancias y herencias emocionales. La mudanza marca el fin de una era, no solo para el Everton, sino para el fútbol tradicional que lentamente se despide en todo el mundo.

Goodison Park se va, pero su eco quedará por siempre en la memoria de quienes aman el fútbol sin artificios.

Regresar al blog

Deja un comentario