Fiorentina, una historia en violeta

Fiorentina, una historia en violeta

Florencia no solo es cuna del Renacimiento: también es una ciudad que convirtió un color —el viola— en identidad futbolística. La Associazione Calcio Firenze nació el 29 de agosto de 1926 fruto de la fusión entre el Palestra Ginnastica Libertas (1912) y el Club Sportivo Firenze (1870). De ese cruce nació un club con alma de artista: temperamento, gusto por la estética y una relación intensa con la victoria… y con la melancolía.


Orígenes: la media roja y la media blanca, antes del viola

En sus primeros pasos, el equipo se vistió con una camiseta mitad roja, mitad blanca, homenaje directo a sus dos predecesores. Poco después llegaría el viola, color que haría inconfundible al club y que hoy es sinónimo de Florencia futbolera. El giglio (el lirio del escudo de la ciudad) terminó de definir el emblema. Desde entonces, “la Fiore” es más que un equipo: es un símbolo cívico.


La edad dorada: los años 50

La década de 1950 elevó a la Fiorentina al panteón del calcio. En 1956 llegó el primer Scudetto; entre 1957 y 1960 encadenó cuatro subcampeonatos ligueros que consolidaron una era brillante en regularidad y juego. En 1957, además, fue subcampeona de Europa, cayendo ante el Real Madrid en el Bernabéu: una derrota que, sin embargo, colocó el nombre de la Fiorentina en el mapa continental.


A Europa por la puerta grande: los 60

El club violeta transformó su prestigio en títulos internacionales en los años 60. En 1961 conquistó la Recopa de Europafrente al Glasgow Rangers. Completó la década con la Copa Mitropa (1966) y dos Copas de Italia (1961 y 1966). Era un equipo competitivo, creativo, capaz de mezclar oficio y encanto.


Banderas y cifras: Hamrin, Batistuta y Antognoni

-Kurt Hamrin, extremo sueco, es el máximo goleador histórico con 208 tantos.

-Gabriel Omar Batistuta, el cañón de Reconquista, firmó 207 goles en la era moderna, quedándose a uno del mito nórdico.

-Giancarlo Antognoni es la gran bandera: 429 partidos entre 1972 y 1987. Clase, personalidad, liderazgo y un estilo que encaja con la ciudad: elegante, pero con garra.

 


Dolores y apoteosis: los 90, del desgarro a la gloria


Los años 90 fueron una montaña rusa. En 1990, la Fiorentina alcanzó la final de la Copa de la UEFA (derrota ante la Juventus), pero el golpe más extraño llegó en 1993descenso a Serie B pese a reunir estrellas como Batistuta, Effenberg o Brian Laudrup. Fue un impacto emocional y deportivo. La respuesta, no obstante, fue inmediata: regreso y reconstrucción de un equipo competitivo que en 1996 levantaría la Copa de Italia con un elenco inolvidable (Batistuta, Rui CostaToldo…).

A principios de esa década queda un episodio que marcó a la afición: el traspaso de Roberto Baggio a la Juventus. Pocas veces una ciudad sintió tan propia la marcha de un genio. El fútbol profesional tenía sus reglas; el corazón de Florencia, otras.


Camisetas para la historia (y una muy polémica)

La Fiorentina se convirtió en fetiche de coleccionistas: 7Up, Nintendo, Opel… patrocinios icónicos en diseños que envejecieron de maravilla. No todos: la segunda equipación de principios de los 90 terminó retirada por un patrón gráfico que recordaba a símbolos prohibidos (esvásticas). Una anécdota incómoda dentro de un armario que, en general, es pura memorabilia.


El colapso y la resurrección: Florentia Viola

El siglo XXI trajo un terremoto. En 2002, las deudas se llevaron al club por delante: desaparición y refundación como Florentia Viola, con inicio en Serie C2. Hubo un símbolo de resistencia sobre el césped: Angelo Di Livio, que decidió quedarse cuando muchos se fueron.
El ascenso fue tan rápido como emocionante. En 2004, un “Spareggio” (promoción) contra el Perugia devolvió al equipo a Serie A: 0-1 en Umbría y 1-1 en el Artemio Franchi. Con el nombre de ACF Fiorentina recuperado, el club reencontró su sitio entre los grandes.


La Fiorentina reciente: buen fútbol, finales… y la maldición del casi

El 2023 devolvió a la Fiore a los grandes escenarios: dos finales y dos derrotas ajustadas, fiel a esa extraña vocación de “subcampeón elegante”. En la Conference League cayó ante el West Ham, y en la Copa de Italia ante el Inter. Aun así, quedaba la sensación de un proyecto reconocible, competitivo y con una idea: propuesta ofensiva, talento en las bandas y gusto por dominar con balón.

Españoles en el Arno: el sello hispano en violeta

La Fiorentina ha sido un puerto de bienvenida para futbolistas españoles, varios de ellos muy queridos por la grada del Franchi:

-Borja Valero (2012–2017): cerebro y metrónomo. Comprensión del ritmo, pase filtrado y una química especial con la grada. En muchos partidos fue el “director de orquesta” del Franchi.

-Joaquín (2013–2015): dos cursos de regates, sonrisas y centros con rosca. Carisma absoluto y conexión inmediata con la ciudad.

-Marcos Alonso (2013–2016): explosión como carrilero izquierdo, potencia y golpeo. Su rendimiento en Florencia le abrió puertas mayores.

-Cristian Tello (2016–2017): verticalidad y desmarques de ruptura; cesión breve, impacto inmediato.

-José Callejón (2020–2022): oficio extremo, lectura táctica y trabajo sin balón; un veterano útil en un equipo en transición.

-Pol Lirola (2019–2021): energía por derecha, ida y vuelta en un rol de carrilero moderno.

-Álvaro Odriozola (2021–2022): cesión de alto nivel, profundidad por banda y buenos números para un lateral.

-Mario Suárez (2015–2016): etapa corta en el centro del campo, músculo y experiencia.

-Javier Portillo (2005–2006): delantero cedido por el Real Madrid, aportó trabajo y gol en una etapa de transición del club.

Todos ellos dejaron, en mayor o menor medida, una huella que confirma la sintonía estilística entre la técnica española y el gusto florentino por el balón.


Nombres para recordar

Si preguntas en el Franchi por “los de siempre”, saldrán apellidos como Hamrin, Julinho, Montuori, Antognoni, Sócrates,Passarella, Baggio, Batistuta, Rui Costa, Toldo, Enrico Chiesa, Luca Toni, Stevan Jovetić, Vlahovic o Adrian Mutu. El hilo violeta que los cose es una mezcla de talento, estética y un punto romántico que no caduca. 


Identidad y destino

La historia de la Fiorentina es una novela por capítulos: fusión centenaria, estética inconfundible, una edad dorada que definió su ambición, descensos que dolieron, títulos que cicatrizaron, una desaparición que partió el alma y una resurrección que enseñó carácter. A veces la gloria se escapa por un detalle; a veces basta un centro o una volea para cambiarlo todo.
En Florencia lo entienden mejor que nadie: la belleza importa, también en el fútbol. Por eso la Fiorentina —con sus victorias, sus casi y su eterna elegancia— sigue siendo uno de los relatos más fascinantes del calcio.

Anexo: cronología rápida

-1926 – Nace la Associazione Calcio Firenze (fusión Libertas + CS Firenze).

-Años 20–30 – Transición al viola y consolidación en la élite italiana.

-1956Primer Scudetto.

-1957–1960 – Cuatro subcampeonatos seguidos; subcampeona de Europa en 1957.

-1961Recopa de Europa y Coppa Italia.

-1966Copa Mitropa y Coppa Italia.

-1990Final de la UEFA (vs Juventus).

-1993Descenso a Serie B.

-1996Coppa Italia (equipazo con Batistuta, Rui Costa, Toldo).

-2001Sexta Coppa Italia (último título hasta hoy).

-2002Desaparición por deudas; nace Florentia Viola (Serie C2).

-2004Vuelta a Serie A en el Spareggio ante Perugia (0-1 y 1-1).

-2023 – Dos finales (Conference e Italia), dos derrotas ajustadas.





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