El Rivaldazo: cuando el Barça devolvió su propio “clausulazo”…
Si alguna vez has jugado al Fantasy con tus colegas, sabrás lo que es sufrir un robo en toda regla: te curras el equipo, fichas a ese delantero que está on fire… y de repente, un amigo te suelta un clausulazo el jueves por la noche y te deja sin tu estrella para el fin de semana. Tú te quedas sin puntos, él se lleva la gloria, y en el grupo de WhatsApp arde Troya.
Pues en el verano de 1997, el FC Barcelona hizo lo mismo, pero sin emojis ni memes, y con 4.000 millones de pesetas de por medio. Y lo más irónico es que solo unas semanas antes el Barça había sido la víctima: el Inter de Milán le había “clausulado” a Ronaldo, el mejor delantero del mundo, dejándolos con el hueco más difícil de tapar en la delantera. En la Ciudad Condal todavía sonaba el eco del portazo… cuando decidieron devolvérsela a otro. El elegido para pagar el pato fue el Deportivo de La Coruña, y la víctima, Rivaldo.
Contexto histórico: un mercado que cerraba antes de empezar… y una venganza perfecta
En aquel entonces, el mercado de fichajes en España cerraba antes de que empezara la temporada. No había segundas oportunidades: si no te movías antes de la fecha límite, te quedabas sin fichajes… salvo que pudieras pagar una cláusula de rescisión y mandar un fax en la madrugada final.
El Deportivo llegaba a la temporada 1997–98 con una plantilla que ilusionaba: Donato y Mauro Silva aseguraban el centro del campo, Djalminha aportaba creatividad… y Rivaldo ya había explotado con 21 goles en 41 partidos en su primera temporada en España.
El 15 de agosto de 1997, Rivaldo disputó el Trofeo Teresa Herrera con el Dépor, marcó en la tanda de penaltis… y esa misma noche el Barça ejecutó el “clausulazo”. Al día siguiente, la noticia había dejado helados a los aficionados coruñeses y al presidente del club.
Lendoiro y el golpe del Rivaldazo
Augusto César Lendoiro, presidente del Deportivo en aquella época, describió el golpe como un auténtico mazazo:
“Me llamaron y me dijeron: ‘¿Sabes que el Barça va a fichar a Rivaldo?’, y yo no tenía ni idea. Fue un golpe de sopetón… Rivaldo marcó el último penalti del Teresa Herrera. Era un equipo confeccionado para ser campeones y al quitarnos a Rivaldo pasamos apuros… El Barça pagó lo que le dieron por Ronaldo: 4.100 millones de pesetas. A nosotros el golpe fue muy duro, nos costó muchísimo recuperarnos”.
El Barça post-Ronaldo: un rival listo para devolver golpes
Tras perder a Ronaldo por su cláusula, el Barça buscaba un sucesor inmediato y generador de goles. Y lo encontró en Vítor Borba Ferreira Gomes, Rivaldo: 25 años, zurdo, talento puro.
Según las crónicas, el proceso fue relámpago: Rivaldo recibió el mensaje, tomó un avión esa misma noche y ya por la mañana firmaba su contrato en Barcelona. Todo en cuestión de horas.
Y él lo resumió así al diario El País:
“Siempre dije que si me iba del Deportivo sería para jugar aquí”.
El rombo mágico que se desplomó antes de brillar
El proyecto del Deportivo era serio: Donato, Mauro Silva, Djalminha y Rivaldo. Un rombo prometedor… que el Barça desmoronó la noche del clausulazo. Riazor lo tenía casi todo, salvo a su estrella. Y ese golpe no solo fue futbolístico, también emocional para la afición.
Rivaldo en el Barça: estadísticas, títulos y magia total
Rivaldo no solo cumplió las expectativas, las superó con creces. Aquí algunas cifras que ilustran su paso por el Camp Nou:
-1997–98: 51 partidos oficiales, 28 goles. Ganó Liga y Copa del Rey, siendo clave en ambos títulos.
-1998–99: 28 partidos, 29 goles. Repitió título liguero y fue nombrado Balón de Oro y Jugador Mundial de la FIFA en 1999.
-1999–00: 50 partidos, 23 goles. Continuó siendo el referente del FC Barcelona, destacando como especialista a balón parado.
-2000–01: 53 partidos, 36 goles. Destacó por su calidad técnica y su capacidad goleadora, con momentos legendarios, como su famosa chilena contra el Valencia.
-2001–02: 33 partidos, 14 goles. Última temporada antes de salir hacia el AC Milan.
En total, Rivaldo disputó 253 partidos con el Barça y anotó 137 goles, dejando una huella imborrable en la historia del club. Hasta Joan Gaspart salió diciendo en chino que Rivaldo no se vende.
¿Y la justicia deportiva?
En 1997, al menos, el clausulazo estaba limitado al cierre del mercado. Hoy, con ventanas abiertas varias jornadas tras el inicio de la Liga, el desequilibrio es aún mayor: los grandes pueden reaccionar en tiempo real, fichar sobre la marcha y tumbar proyectos emergentes de un plumazo.
El Rivaldazo no fue solo un fichaje: fue una lección de realidad. Ese día, el fútbol demostró que en el mundo real, como en el Fantasy, quien tiene dinero y astucia puede arruinar tu alineación... y tu temporada.